¿Qué debemos hacer ante esta problemática que afecta la vida diaria de las mujeres? Pues las autoridades no toman cartas en el asunto para penalizar a los agresores.


La organización “Cómo Vamos Nuevo León” llevó a cabo la Encuesta de Percepción Ciudadana “Así Vamos 2022” que arrojó un resultado sorprendente: una de cada siete mujeres ha sido víctima de acoso en el transporte público. Las estadísticas continúan con los tipos de agresiones: 12% miradas lascivas, 7% piropos obscenos, 5% miedo de ataque o abuso sexual y 2% tocamientos sin consentimiento.

Si bien esta encuesta “abre los ojos” de la población regia sobre el acoso, pues 7 de cada 10 personas consideran los piropos como una agresión, las cifras no parecen reflejar la realidad del problema. Estos resultados son sólo un primer acercamiento de un problema que las mujeres suelen ocultar y queda impune ante la ley.

Basta con considerar los casos de desaparición y abuso sexual en zonas como la de Pesquería para notar la contrastante diferencia, ¿cómo una mirada morbosa escala a una agresión sexual? Esto es un problema mucho mayor de lo que aparenta.

Todas las mujeres se ven obligadas a soportar el acoso diariamente, ya que se ha convertido en parte de su cotidianidad tanto en el transporte público como en otras situaciones. Muchas se preguntan qué hacer después de enfrentar algo así, algunas de ellas recurren al apoyo de otra mujer, pues unidas se crea un apoyo, una contención para estar seguras… aunque sea por un instante.

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